10/11/23. Definitivamente Chico Novarro es un verdadero fenómeno, y digo, no digo, fue aunque todavía no se cumplen dos meses de su partida el 18 de agosto de este año 23, porque lo sigue siendo. Desde temprana edad estuvo signado por la música, su hermano mayor Samuel era baterista, y su padre, a pesar de ser zapatero remendón ambulante, atesoraba discos de Carlos Gardel, Rosita Quiroga y Francisco Canaro. La influencia inicial del tango terminó para Bernardo Mitnik el día en que Samuel, quien tocaba batería en la agrupación Jazz Don Peralta, lo introdujo en el mundo del jazz, y ya con catorce años comenzó a ganarse la vida siendo baterista en un grupo de jazz (Blue Star Jazz) con el maestro pianista Carmelo Taormina y su esposa Olga Nelly Rodríguez (Nelly Foster - Cantante) y cantor con una orquesta típica. Sin embargo, su padre quería que fuese perito mercantil y que después, estudiara medicina. Ingresó al colegio comercial y fue empleado contable en la ciudad de Córdoba teniendo como jefe al padre del actor Norman Briski, pero pronto se dio cuenta de que podía ganar mucho más dinero como músico que como contador.
Como citábamos a Karina Micheletto lo mismo cantaba con Palito Ortega en el Club del Clan y a la noche tocaba jazz con Gato Barbieri, y sus letras fueron interpretadas por Daniel Riolobos, y otros boleros que hoy vuelven de la mano de Luis Miguel, Andrés Calamaro o Vicentico… Pero Chico Novarro también compuso una cantidad de tangos, como Cantata Buenos Aires o Cordón, entre los más conocidos. En 1965 escribió su primer tango, Nuestro balance, con el que ganó en el Festival de Parque del Plata en Uruguay.
“Sentémonos un rato en este bar/ a conversar serenamente/. Echemos un vistazo desde aquí/ a todo aquello que pudimos rescatar/. Hagamos un balance del pasado/ como socios arruinados sin rencor/.Hablemos sin culparnos a los dos/ porque al final salvamos lo mejor”.
Eso de asumir el desamor hablando del pasado, como socios arruinados sin rencor, es de verdad el propio poema realista de cuando el cariño se fue de paseo, sin ganas de volver. Es muy original colocar el amor en la columna de los “haberes” o en los “debes”. Revisemos a ver, “El balance refleja la situación económica y patrimonial de una empresa o negocio, en este caso la relación amorosa. En el “debe” se anotarán los movimientos financieros que supongan un aumento de los activos empresariales, en el caso del romance, si no aumentaron los activos sentimentales, el amor se declara en quiebra, y ¡adiós luz que te apagaste! ¡Espero que su novia no se llame Luz! Jajajaja.
“El ‘balance’ apareció en mi vida vinculado con los términos de contabilidad que yo había estudiado. Mi viejo quería que me dedicara al comercio y, cuando terminé la primaria, me mandaron a un colegio comercial, en Córdoba. Yo tocaba la batería, me acostaba tarde... ¿De qué contabilidad me hablaban?... Con este tango canción empecé a meter palabras cotidianas. En el tango uno puede hablar como habla en el café. El bolero es más florido”.
Sobre este tango Chico escribió: “El balance apareció en mi vida vinculado con los términos de contabilidad que yo había estudiado.(…) Un día largué el estudio y me dediqué a la música y, al ver que ganaba mis primeros pesos, los viejos se resignaron”.
“¡No ves!/ Estoy gritando sin querer/ porque no puedo contener/ esta amargura que me ahoga./ Perdona, no lo puedo remediar... Mi corazón se abrió de par en par”...
POR HUMBERTO MÁRQUEZ • @rumbertomarquez
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ • 0424-2826098