16/11/23. En los dos artículos anteriores propuse en el título abordar el tema del personaje fracasado como si fuera equivalente o muy cercano al protagonista de las novelas policiales. Aunque no es exactamente así, algo tienen en común. Pero más allá de esta certeza cerré ambos textos de mi columna, sin tocar este aspecto ni por encimita. Para enmendar la falta he decidido dedicarle un número aparte y exclusivo.
En el vasto universo de la literatura, el género negro ha sido un rincón oscuro y misterioso que ha cautivado a los lectores de todas las épocas. Dentro de este estilo, los personajes fracasados desempeñan un papel intrigante, ya que aportan una dimensión única a las tramas. Todo personaje fracasado tiene un origen complejo y muchas veces traumático. Ya sea debido a una infancia problemática o a una serie de decisiones desacertadas, el protagonista se encuentra en un punto de no retorno. A menudo carga con sueños rotos y promesas incumplidas. Estas aspiraciones no realizadas son el motor de su amargura y desesperación, impulsando sus acciones en la novela.
El personaje fracasado está en constante lucha consigo mismo. Siente la presión de su pasado y se suma en un abismo de auto desprecio. Esta disputa interna agrega capas de hondura a su carácter. La situación de fracaso que padece lo hunde en una obsesión enfermiza y lo empuja a límites en sus disposiciones y a cometer actos moralmente cuestionables. Es frecuente, hasta el cliché, encontrarlo bebiendo solo agarrado a una copa o vaso, en la barra de una cantina. Lugar común, pero acertado, de los que no tienen salida. Sin embargo hay mucho morbo en los amantes del género, al punto de que es estas oscuras acciones y malas decisiones, las que mantienen a los lectores en vilo, tratando de entender sus motivaciones y sufriendo por su antihéroe. Sin duda, el personaje fracasado es quien mejor sirve para ser utilizado como un espejo de la sociedad. Su historia refleja las luchas y las tragedias que enfrentan muchas personas en la vida real, lo que hace que la novela sea más relevante y conmovedora.
El futuro del personaje fracasado es incierto: encontrar la redención a través de sus acciones, o caer aún más en la oscuridad. Esta incertidumbre mantiene a los lectores ansiosos por descubrir su destino. En el género negro, los personajes fracasados aportan una profundidad única a las historias. Su psicología compleja, luchas internas y su papel en la trama los convierten en elementos esenciales para la narrativa. Son la angustia y las obsesiones, los vehículos con los que personajes fracasados nos recuerdan la complejidad de la condición humana y nos sumergen en el lado oscuro de la literatura. Gracias por acompañarme hasta aquí.
Ñapa: Si hablamos de fracaso y de personajes fracasados, el mejor ejemplo a utilizar no puede ser otro que Juan Carlos Onetti. Les recomiendo leer su primera novela El pozo.
POR ESMERALDA TORRES • @esmetorresoficial
ILUSTRACIÓN ENGELS MARCANO • cdiscreaengmar@gmail.com