20/12/2023.
Daddy Issues
Tina empezó a contactar a Jonás por casualidad. Buscaba habitación en alquiler, y le recomendaron hablarle. De inmediato hicieron clic, y las comunicaciones iban y venían por chat. Se dedicaban canciones y buenos días. Al tiempo, coincidieron en persona, y un abrazo profundo selló la conexión. Unas cervezas después darían pie al primer beso, y la consolidación de su historia. Fue una relación intensa y tierna, llena de afecto y detalles. Se la pasaban juntos para arriba y para abajo, y todo parecía indicar que esta relación iba a ser definitiva.
Fue cuando empezaron los comentarios del entorno. "Ese tipo parece tu abuelo". "¿Qué haces con un tipo tan viejo?". "Seguro tienes daddy issues, y quieres compensar la falta de padre con un hombre mayor que tú". "¡Eso! Coronaste tremendo sugar daddy".
Resulta que el novio idílico de Tina le llevaba veinte años de diferencia. Para ambos, no representó gran cosa. Cuando tuvieron diferencias, el tema era la cotidianidad, la relación, el afecto, el sexo. Cuando tuvieron conflictos de celos, ambos celaban a sus potenciales amenazas por igual.
El colágeno
Anaís fue invitada a dar un conversatorio en un reconocido centro cultural. Tomás le montó el ojo. Ella advirtió su presencia, pero no le prestó atención. En otro evento, coincidieron, y él se atrevió a saltar primero: "Qué bella eres", le dijo. De ahí no se despegaron en toda la noche, conversando de lo humano y lo divino. Entre una cosa y otra, intercambiaron teléfonos. Y la comunicación prosiguió por Whatsapp. De simple química, pasaron a confidencias y de ahí a coqueteo frontal. Concertaron verse a solas, y de ese encuentro empezó una relación llena de intensidad y ternura.Compartían gustos y afinidades numerosas. Conversaban de lo humano y lo divino e hicieron un mundo entre dos donde no cabía más gente.
Fue cuando empezaron los comentarios del entorno: "Pero si ese tipo es un niño". "Aprovecha y disfruta antes de que se entusiasme con otra". "Recuerda que él es menor que tú, así que no te lo tomes muy en serio". "Chamos así se entusiasman con la experiencia, y una vez han absorbido todo, se ladillan y se van". "Eso, llénate de colágeno".
Resulta que el novio idílico de Anaís era quince años menor. Aunque ella se asustó al principio, Tomás no dudó en echar pa'lante. Ambos vivieron los retos y las complicaciones propias de ajustarse con una pareja. Tuvieron encuentros, desencuentros, celos, inseguridades, acercamientos y comunión. Cada uno abrió las puertas de su corazón, y la intimidad fue profunda.
Final feliz
Así, estas dos parejas van de la mano por la calle. Construyen sus vínculos a partir de recuerdos mutuos, se alejan y se acercan en el vaivén de sus propios ritmos personales y se van acompañando en el transcurrir de la vida. A pesar de los comentarios insidiosos, la edad no fue problema en ninguno de los dos casos. Tal parece que para que una relación funcione, lo que hace falta es voluntad.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
ILUTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta