07/02/24. Cuando llegué a Caracas apenas conocía parte de su casco histórico y a los lejos veía la silueta del Waraira Repano. Durante al menos cinco meses mi espacio capitalino se limitaba a una zona muy reducida de San Agustín, La Hoyada y Capitolio. Pero, las amistades que fui forjando, me hablaban de la parroquia La Pastora.
Tal como la describían me parecía una especie de ensoñación. Sin embargo, no salí de mis cuatro paredes capitalinas, hasta que me mudé, sí, a La Pastora.
A partir de allí empecé a caminar sus calles y descubrí una localidad que pinta la memoria del valle caraqueño y su gente, de colores que brillan con espontaneidad. Además, me enamoró el desfile de casas con grandes ventanales en las faldas del Waraira Repano y que por las noches son luciérnagas que vigilan desde arriba a la ciudad.
La Pastora es una parroquia llena de historia y de historias para contar. Para palparlas cuando se transitan sus calles. Recordemos que esta es una de las parroquias más antiguas de Caracas, fundada en 1889, y ya antes de la fundación oficial, había pequeños poblados en la localidad montañosa.
Casco histórico de La Pastora
Punto obligatorio para mí es la plaza José Félix Ribas, o plaza de La Pastora. Estar allí es contemplarlo todo desde sus asientos. Mirar al norte y descubrir el cerro coronado por el cielo azulito, me permite reiniciar (sí, así como cuando se reinicia la computadora o el celular cuando se quedan bugueados).
A sus alrededores, las casas coloniales dan el toque de color. Y no es porque los colores del cerro y el cielo no sean suficientes, sino que las tonalidades naranjas, amarillos y azules de las fachadas, le dan alegría a esta parte del casco histórico de La Pastora.
En algunas de estas casas habitaron héroes de nuestra patria como Rafael Urdaneta o personajes ilustres como el pintor Arturo Michelena. Según cuentan el artista tenía varios talleres en la zona, y luego en el año 1963 abrió sus puertas el museo que lleva su nombre y donde se exponen varias de sus obras.
Para quienes se interesan por la fe católica, al frente de la plaza, está la iglesia de la Divina Pastora. Otro destino para conocer. Por supuesto, el templo religioso que tal como lo conocemos fue construido en 1889, goza de una arquitectura para el deleite.
Las esquinas, sus calles y los murales
Recorrer las calles de esta localidad es conocernos y reconocernos en esa porción caraqueña. Cada una de sus esquinas, como en casi toda Caracas, tienen un cuento, un personaje icónico, un héroe o heroína. De esta manera, se sistematizó la historia de gran parte del valle caraqueño.
La Pastora, aunque se dice que se fundó a finales del siglo XIX, posee la primera vía que comunicó a Caracas con La Guaira, que, según historiadores ya funcionaba en 1603. Para su construcción, los españoles esclavizaron a los pueblos originarios con el fin de que empedraran el camino que atravesaba el Waraira Repano y que conectaba con las costas caribeñas. Un sendero antes transitando por los indígenas y que por eso hoy, se reivindica como el Camino de los indígenas.
A través de esta vía se puede conocer parte de esta asombrosa historia. Las paredes hablan desde la Puerta de Caracas hacia el barrio situado montaña arriba, cerro adentro. Los murales representan la historia de los indígenas que arrastraban con ayuda de mulas las enormes piedras para construirles un camino a los invasores.
Otro dato histórico se relaciona con la construcción del puente Carlos III, que culminó en 1784. Una obra del caraqueño Juan Domingo del Sacramento Infante. Este que aún preserva parte de su estructura y cruza la quebrada Catuche. Al frente, se encuentra la actual Sanidad, una gran estructura de piedras, antiguamente llamada Casa de Boves.
El bulevar Brasil o "calle de las matas" es otro lugar de ensueño. El largo trayecto de árboles que comunica Tajamar con Puerta Caracas puede verse desde las alturas del Waraira Repano. Uno de los lugares más verdes de la parroquia.
Senderismo
Adicionalmente, esta parroquia cuenta con rutas dentro del Waraira Repano que fácilmente, atraen a cualquiera que practica el senderismo o a quien es sensible a la maravilla que nos tiene reservada esta ola grande que vino del mar.
La Pastora cuenta con valiosas rutas como la de Puerta Caracas hasta el Fortín o Castillo negro, así como la de Catuche, que pasa por zonas como Ojo de Águila y El Roble con vistas que dejan a cualquiera con la boca abierta. Igualmente, con paradas obligatorias en la zona Piedra Azul, una quebrada de aguas frías que con el contacto, recarga las pilas del senderista.
Turismo comunitario
Toda persona que venga de otra parte del país o del mundo, se sentirá atraído por estas y otras características de la parroquia La Pastora. De modo que querrán recorrerla entera y conocer en ella, parte de la historia de la Caracas que batalló y dio el ejemplo.
Es por eso que, con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para el Turismo, las comunidades de esta localidad están desarrollando proyectos que permitan ofrecer rutas turísticas a los visitantes nacionales e internacionales. Esto, con la finalidad de brindarles toda la información sobre su historia y los relatos que recorren a esta parroquia turística caraqueña de punta a punta.
También gozar del privilegio de caminar sobre las hojarascas que recubren los senderos de Catuche vía a Los Venados, o de caminar sobre las piedras que nuestros ancestros colocaron en el Camino de los Aborígenes.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍAS CORTESÍA RICARDO ROMERO ROMERO