22/02/24. Llega a Venezuela cuando era un niño y a sus diez años se encuentra con una gramática warao en una librería de Sabana Grande que hace mucho tiempo dejó de existir, pero en ese momento se encontraban obras interesantísimas, estudió y llegó al Delta a hablar en warao y lo aprendió de tal manera que en el siglo pasado hizo un mitin político en warao, también se relacionó mucho con el pueblo wayuu en La Guajira y hoy es miembro de lo que llaman portavoces y guardianes de las palabras.
Se trata del profesor Esteban Emilio Mosonyi, licenciado en Letras y doctor en Antropología de la Universidad Central de Venezuela, premiado en 2019 con el Premio Andrés Bello otorgado por la Academia Venezolana de la Lengua, en el 2022 recibió el Premio Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México. Un incansable investigador que a sus 84 años sigue haciendo aportes importantes a los idiomas de los pueblos originarios.
Nos recibió para contarnos que su investigación no para y que, aunque la crisis económica ha limitado sus andares por el mundo, continúa produciendo intelectualmente comprometido con los pueblos y sus resistencias. Nos leyó en caribano, sacó un cuaderno con escritos propios y apuntes de campo en sus experiencias de convivencia con indígenas, realmente él es húngaro pero al llegar a Venezuela se encantó por la diversidad y las características de la venezolanidad.
Nos habló de términos como pluriculturalismo, interculturalismo y meta antropología, este último es parte del trabajo que está desarrollando actualmente, quiere ir más allá de lo planteado hasta el momento. Su cerebro es una máquina de ideas que va plasmando en obras de importante referencia como: Morfología del verbo yaruro (1966); El habla de Caracas (1971); El indígena venezolano en pos de su liberación definitiva (1975); Identidad nacional y culturas populares (1982); Las lenguas indígenas del Río Negro: posibilidades de recuperación y revitalización (1989), Manual de lenguas indígenas de Venezuela (con Jorge Mosonyi, 2000) y una innumerable cantidad de artículos acerca del tema.
- ¿Cómo empezó esa pasión por la antropología?
- Siempre me llamó la atención la diversidad y las características de lo que es la venezolanidad, la cultura venezolana, las identidades, etcétera. Sus altibajos, sus carencias pero también su excelencia; y la diversidad es muy buena pero también hay desorden y se hace casi imposible que la gente llegue a acuerdos sobre cosas específicas y fundamentales, pues tiene que haber un mínimo acuerdo para echar adelante como país, superar los problemas para tener un futuro asegurado, especialmente en un momento en el que, según las mejores opiniones, estamos prácticamente solo a un paso de la desaparición de la humanidad por daños infligidos al planeta, por el recalentamiento que también es evidente, entonces la gente no le para a eso; todo eso me conduce hasta la antropología y por eso a veces hablo de la meta antropología porque yo quiero llegar más allá. La antropología se restringe a estudios específicos de sociedades y yo quiero dar un salto como no se ha dado en el resto del mundo y afortunadamente creo contar con la lucidez y la posibilidad de echar adelante sin un mayor esfuerzo sobrehumano.
Tengo muchos escritos sobre pueblos indígenas, pluriculturalismo, interculturalismo, y modestia aparte, soy la persona que introdujo el término interculturalidad, y siento orgullo de decir que, si bien uno avanza en los planteamientos y han cambiado ciertas ideas en el trascurso de tanto decenio que uno ha vivido, y viendo los primeros trabajos, tienen mucho de los que te planteé, es decir, que ha habido una continuidad, ha habido un proceso que ha sido bastante armónico y eso me da orgullo porque no he perdido mi foco.
- ¿A qué se refiere cuando habla de interculturalidad?
La interculturalidad tiene que ver con que las culturas sean respetables, todas son creativas y básicamente equivalentes pero para eso tiene que haber un diálogo entre estas manifestaciones, de otra manera habrá una cultura que pretenderá sobreponerse, destruir o disuadir a la gente practicante para que siga atrayendo a su propio mundo cultural, entonces por eso digo que tiene que haber una equivalencia básica y una discusión donde exista el respeto y una permanencia de la diversidad porque si la humanidad no permanece diversa no habrá sobrevivencia, y está comprobado en el mundo biológico que las especies vegetales y animales que no conocen la diversidad interna de sus especies no sobreviven.
Si hay distintos genes, distintas manifestaciones de carácter cultural y social, de cualquier carácter en la humanidad, si todos fuéramos como unos robots, exactamente iguales entre sí ya nos hubiésemos extinguido, entonces por eso se tiene que respetar la diversidad pero desde el diálogo horizontal siempre y eso se ha logrado en algunos casos, por ejemplo, los mejores mandatarios progresistas están totalmente de acuerdo en poner en práctica esto, a veces no con mucho éxito pero otros sí, para eso está la misma idea de crear una disciplina que auxilie a esos mandatarios y a los pueblos, para eso también sirve nuestra antropología, sino existiera habría ciertas limitaciones para menoscabar esas dificultades.
-¿Y la meta antropología?
- La antropología como cualquier ciencia tiene sus restricciones y es bueno que las tenga, pues la antropología convencional tiene ramas muy interesantes, la cultural, social, la bio antropología, la antropología de las ideas, sin embargo, primero solamente se ocupaba de sociedades no occidentales, después empezó a ocuparse de instituciones, de algunas particularidades sociales también occidentales, comparándolas con otras. Después se ha extendido más todavía pero no existe una antropología que abarque la realidad del mundo de cierta forma reconstruyendo su pasado, en función del presente y del futuro, eso no existe todavía, entonces cuando mandan hacer un estudio antropológico se estudia tal comunidad, puede ser occidental o no pero siempre es una cosa restringida.
En el manifiesto que estoy construyendo, que contiene veinte puntos, uno de ellos expresa la superación de esas limitaciones, por ejemplo que el investigador está identificado como la persona que describe, que reúne los datos, que saca conclusiones pero que después lo entrega a un administrador o un partido político y ahí se queda; y de eso se libera un poco la antropología aplicada pero esa tiene el pecadillo de permitir o propiciar que los resultados se apliquen para someter a un pueblo para manipular a las masas, eso igual lo tiene la sociología, la psicología y otras.
También tengo que decir, como la antropología es la ciencia menos comprendida que las demás, también nos han acusado de prestarnos para hacer cosas pero yo sostengo que, como profesionales, no sólo tenemos el permiso y la libertad de intervenir pues nuestro deber es hacerle honor a nuestros planteamientos y hacer todo lo posible para que se realicen porque no es solo un derecho, sino también un deber de luchar por la salvación de nuestro planeta.
- ¿Qué dice de la construcción de los procesos revolucionarios?
- No es posible construir ninguna revolución si de alguna manera no establecemos las bases de sustentabilidad del planeta, no existe revolución en un planeta que se desintegra porque sino estamos trabajando en vano, he allí el concepto de paz con dignidad y de la importancia de que para pasar una utopía hay que pasar por una diatopía ósea, una transición que te permita construir la utopía pero ya en una situación que no te obliga a temer por tu vida, por tu integridad, por la permanencia del estado, de la ciudad donde se habita, que me aleje del peligro de una guerra nuclear, etcétera.
Cuidado porque no podemos confundir diatopía con distopía, es una mala colocación, la diatopía es una situación que te permite sentirte más o menos seguro para tener certeza de que todo lo que te rodea, todo lo que constituye la circunstancia no se va a derrumbar sino que te da una mínima seguridad, por ejemplo, si tú eres socialista buscas tu utopía pero previo tiene que ver una diatopía que permita ese avance posterior, esto tiene que ver con la meta antropología, lo estoy planteando como un primer acercamiento que quiero desarrollarlo y someterlo a muchas discusiones y aplicarle muchas subformas, para mi es imprescindible porque hasta ahora la manera en cómo la humanidad ha buscado crear revoluciones, realmente no ha sido todo lo satisfactorio que hubiera podido ser, entonces una de las razones es esa.
- ¿Cómo dignificamos a los pueblos indígenas a través de la lengua?
- Oficializándola y sobre todo promoviendo su trasmisión generacional porque lamentablemente los pueblos muy menoscabados, en su mundo de vida actual, llegan de pesimismo que no trasmiten sus propias culturas a sus descendientes por atender problemas importantes como la defensa del territorio, asesinatos, etcétera. La dignidad ahí tiene que ver con el orgullo de la práctica de ciertas culturas, de tener ciertas virtudes pero lo principal es tener suficiente orgullo para trasmitir su cultura a sus descendientes porque sin eso no hay dignidad posible pero también se falsea la palabra dignidad.
- ¿Cuál es la situación de la crisis del VIH en poblaciones indígenas del Delta y Bolívar?
- Lo médicos indígenas, especialmente Jesús Jiménez, que es un médico warao vivo, ya nos advirtieron como diez años antes de que estallaría pero lamentablemente eso no se ha atendido y ha conducido a la destrucción de muchas comunidades, también el agravamiento de otras enfermedades porque el sida con tuberculosis hace una mezcla horrible, eso condujo a la migración al exterior de gran cantidad de la población warao y, para mí, es casi un milagro de los espíritus protectores que no se hayan extinguido. Comunidades como los muracos, del Delta central, se acabaron por completo. Yo había salido diez años antes y también hemos hecho esfuerzos, tanto Jesús Jiménez como nosotros y otros movimientos hemos hecho lo posible pero nadie atendió eso, y el resultado fue casi un genocidio involuntario y todavía las comunidades indígenas del Delta siguen esperando un mejor futuro, se han hecho unos esfuerzos pero está muy lejos de decir que reciben una atención médica coherente.
Afortunadamente la medicina indígena ha tenido mucha resistencia y se mantiene bastante fuerte pero de cualquier manera no contempla este tipo de pandemias, o a lo mejor sí pero falta descubrirlo.
- ¿Cómo conciben los pueblos indígenas el cuidado de la vida?
Como son 50 lenguas se puede decir que también son 50 culturas porque generalmente una concepción que tiene una cantidad de reglas como la solidaridad con el mundo natural, con los animales incluso con los entes inertes, por ejemplo, una piedra puede ser muy importante, la arena, el agua, entonces pedir permiso a un árbol antes de talarlo, o ciertos tabúes de en qué momento se pueden consumir algunos animales, eso contrasta especialmente con la diversas formas de capitalismo, mercantil, industrial y no darle importante a nada, ni siquiera así mismos.
- Si tuviera todas las condiciones ¿dónde le gustaría estar en este momento a sus 84 años?
Yo estoy bien instalado aquí pero debería tener suficientes recursos para tener la posibilidad de seguir recorriendo el mundo, la crisis mundial es la peor de las pandemias y quisiera conocer lo que pasa en el mundo, en otros continentes, hay una tremenda restricción inmerecida además absolutamente contraproducente que no tengamos el derecho y la posibilidad de movernos en el mundo para completar nuestros diagnósticos y también nuestros pronósticos.
Yo me sentiría muy frustrado que mi trabajo, por razones aleatorias o circunstanciales, no pudiese continuar. Yo a mis 84 años aún tengo muchas cosas por hacer, mucho trabajo por desarrollar, aún tengo vida útil, muy lúcido y presto para seguir aportando. Me encantaría tener veinte años más de vida útil pero con la posibilidad de seguir desarrollando el trabajo.
Tenía en sus manos un discurso de Guaicaipuro traducido por él mismo y empezó a leerlo diciendo: "Aquí estoy yo, el Cacique Guaicaipuro, conversando con ustedes, a mí me quiere mucha gente originaria y yo los quiero todo el tiempo a ustedes que viven en nuestra tierra, mestizos incluidos, así como los de piel negra y blanca..."
El profesor Mosonyi hizo una donación a la Biblioteca Nacional acerca de su investigación pero aún está en proceso de clasificación para que pueda estar disponible al público investigador y para quienes desean hurgar los idiomas y culturas que sobreviven ante la trasculturización y globalización.
Al levantarnos de la mesa le pedí una foto y nos dimos cuenta que ambos estábamos con camisas de rayas, eso nos causó risa y ternura. El mes que viene cumple 85 años, que esta publicación sirva para honrarlo y agradecer por todo su trabajo como aporte invaluable a la humanidad. Gracias siempre, profesor.
POR NIEDLINGER BRICEÑO PERDOMO • @linger352
FOTOGRAFÍAS NBP