21/03/2024. Creemos que la democracia existe, hasta que la Real Academia Española (RAE) se pronuncia. Ahí se acaban los logros por la Patria Grande, la causa de la soberanía de los pueblos y las independencias conquistadas por Bolívar y la liga de la justicia libertaria latinoamericana. Si la RAE saca el pulgar hacia abajo...se acabó lo que se daba.
Así, le tocó el paredón en esta ocasión a las letras CH y LL. Al tribunal de la Santa Inquisición le dio por considerar que no hace falta tanta letra, y de un plumazo, los voló de nuestro abecedario.
LA VIDA SIN LA CH NI LA LL
Probemos entonces ensayar la vida sin la CH y la LL:
La lama de los Andes toma cica cévere lamando a los laneros de Cacopo a Apartaderos. Cávez vive, la Patria Sigue. Cévere cambur pintón. Camo, qué cimbo que tu campú de lantén se te haya acabado. Legué bien a pesar de que no encuentro mis laves. Los cucubes loran de dolor, en mi vida mustia de esperar...A ti yo volveré, Cicirivice. Los cimicimitos estaban bailando el coro corito, tamboré. No sé qué tienen las flores, lorona, las flores del campo santo.
¿ECONOMÍA O MUTILACIÓN?
Una señal de que nos estamos poniendo viejos es la resistencia a las cosas nuevas. Nos empeñamos a mantener la vida tal como está, o nos aferramos a la nostalgia. Quizás en unos años, este gran despecho por la pérdida formal de la CH y la LL sea una soberana estupidez, pero en el corazón algo muere con esta medida arbitraria de la RAE. Es como cuando te quitan un cine muy querido para convertirlo en una iglesia evangélica, o como cuando Cinecitta acaba con los locales de Colinas de Bello Monte para convertirlos en parte del emporio más ridículo y nuevo rico de toda Caracas.
Nosotros, los eternamente despechados y nostálgicos empedernidos, sufrimos por la automatización de la palabra en aras de entrar en la faja de la globalización, la redacción SEO y los criterios de búsqueda de Google. No sólo nos han obligado a escribir menos, para satisfacer la flojera de los cibernautas, sino que además la lengua española debe adaptarse ahora a criterios estandarizados internacionales para parecer más gringa. Lo mismo pasó con el idioma alemán hace unos 25 años: eliminaron algunas letras para parecer más occidentales y cercanos al resto del mundo.
QUE LA LENGUA NO MUERA
Honrando el axioma más contundente de Wittgenstein, "Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo", es hora de que defendamos la existencia de la palabra para que no muera víctima de los bailecitos de TikTok. Nuestros límites culturales se ven amenazados por la vorágine del 2.0, y la gente no se da cuenta.
La letra Ñ es la que ahora está temblando...
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ • (0424)-2826098