19/01/2023. Con cada inicio de año, se renuevan los rituales, personales y los colectivos. La gente se siente generosa y te manda deseos de una prosperidad, que si se cumpliera, contáramos con todas las provisiones materiales y afectivas necesarias para los próximos meses. Hacemos promesas y agendas en las que incluimos visitas al médico, estudios, viajes y fortuna. Se parte de la afirmación de “ahora sí”.
Comenzar de nuevo, por un camino distinto al que hemos experimentado, se encuentra en el imaginario casi como una necesidad de salir adelante. Tal condición de la modernidad está relacionada con el sistema de creencias impuestas y adoptadas a partir de la conquista. Los europeos, a su paso, saqueaban metales preciosos, genética, libros sagrados, reliquias, objetos de arte y seres humanos con los que alimentar el mercado de esclavos. Inauguran el comercio internacional, teniendo a América como su gran proveedor de oro y plata, en cantidades ingentes. Con ello, también arrasaron con nuestro campo simbólico y espiritual, a sabiendas de que los pueblos pueden resistir cualquier guerra teniendo como riqueza su cultura.
Herederos y herederas del calendario gregoriano, 12 meses, 365 días, enero simboliza el mes de los portales y las transiciones, representado por el dios Jano, un dios de dos caras, a quien se le observa con una llave en su mano derecha y con un báculo en la izquierda, claro guardián de las puertas, de los caminos y los cielos, invocado como primer dios por los romanos en rituales religiosos y en sus incursiones de conquista.
En ese sincretismo que nos caracteriza en que dioses, deidades, religiones y cosmovisión se unen, no puede, sino, comprometernos en la búsqueda consciente y amorosa de quienes nos antecedieron en estos territorios nuestro americanos y que a través de sus prácticas y comprensión de la existencia humana, nos legaron un patrimonio simbólico. Nuestros rituales de umbrales y transiciones, son practicados desde tiempos inmemoriales a través de celebraciones como el Inti Raymi o Fiesta del Sol, en los países andinos, o bajo la invocación de la Diosa Maya Ix Chel, a quien cada año, se le ofrece la Travesía Sagrada Maya, donde cientos de canoeros cruzan el mar Caribe hasta la Isla de Cozumel en busca de su mensaje o destino.
Dado que es un destino lo que se invoca cada inicio de año, no estará mal, dedicárselo a las diosas y dioses que el colonialismo no logró borrar.
POR ARACELIS GARCÍA REYES • @aragar1