30/10/24. La mañana se dibuja bajo una cresta celeste de nubes, mientras el sol va coronando la cima de Puerta de Caracas, cuando los abuelos y abuelas de la parroquia La Pastora se van acercando, uno a uno, al hogar que les da abrigo, como todos los días, a partir de las nueve de la mañana.
La alfabetización tecnológica, las artes y la salud son tres de las acciones que un grupo multidisciplinario de profesionales lleva a este espacio
Los trabajadores sociales de la alcaldía del municipio Libertador les brindan la bienvenida en la recepción y les invitan a pasar al comedor, espacio en el que esperan una arepita bien caliente con fororo o Nutrichicha, un café o un jugo natural como acompañante.
Después de desayunar, asisten a sus actividades diarias. Pueden dirigirse a una enramada donde los recibe la brisa matutina que baja del Waraira Repano. La conversa y el encuentro forman parte del día, las partidas de dominó y la “echadera de broma”, entretanto hay quienes se unen a los talleres que imparten en la casa de los abuelos La Divina Pastora, que la alcaldesa Carmen Meléndez inauguró en febrero de este año.
La alfabetización tecnológica, las artes y la salud son tres de las acciones que un grupo multidisciplinario de profesionales lleva a este espacio, con el fin de garantizarles a los adultos y adultas mayores derechos fundamentales.
Un Infocentro, donde las personas desde los sesenta años aprenden a navegar en Internet, a usar de manera adecuada las redes sociales, y a dominar las funciones de aplicaciones ofimáticas; un taller textil, en el que Judith Zambrano orienta a hombres y mujeres en la confección de pijamas, ropa interior, blusas, gorros, entre otros productos textiles, con miras a la consolidación de un proyecto socioproductivo en la que los abuelos y abuelas, mayoritariamente, tengan un ingreso propio. Es así como están planificando ferias navideñas en la casa de los abuelos, para vender sus creaciones a precios solidarios.
De la salud integral, que comprende medicina general, odontología, incluso, higiene y estética, están a cargo profesionales de cada área. En la peluquería y barbería atienden a los adultos y adultas mayores todos los días, con corte de cabello, secado y manicura. También disponen de una farmacia a la que pueden recurrir por los medicamentos que el médico de turno les recete.
Wagner Vergara dirige el comedor en el que mujeres y hombres trabajan para colocar en cada mesa, un plato para el desayuno y otro para el almuerzo, así como meriendas. Ensalada, pollo guisado, pasta o arroz, también una buena taza de lentejas, cuidando la dieta de algunos.
En días normales hasta cien abuelos y abuelas disfrutan de estos servicios que no tienen costo alguno. Cuando se trata de eventos culturales, el número de asistentes puede llegar a ciento veinte.
Cultura en Amor Mayor
La Misión Cultura Corazón Adentro y los integrantes del Gabinete de Cultura de La Pastora son los responsables de llevar las artes a los adultos y adultas mayores de la casa de los abuelos La Divina Pastora.
El viernes 25 de octubre celebraron los 135 años de la parroquia y dieron la bienvenida a la Navidad. Después del desayuno, las y los beneficiarios y quienes laboran en la “casita” como le llaman afectivamente, se juntaron en la enramada a ver a las abuelas del grupo teatral Somos los ancestros, quienes presentaron leyendas de la localidad caraqueña como El perro fantasma, La muchacha de los cachos y Pacheco, y una comedia llamada El verdadero significado de la Navidad; ambas, son el resultado del taller de Teatro impartido por la animadora cultural, Celmig Márquez en ese espacio.
Igualmente, pudieron recorrer la exposición de dibujos que elaboraron abuelos y abuelas en el taller Integrado de Dibujo que imparte el animador cultural y artista plástico, David Cuevas, que tiene por objetivo permitirles a sus talleristas manifestarse a través de este arte.
Nieves Claro es quien coordina el área cultural de la casa de los abuelos, para ella estas actividades contribuyen con la promoción de la identidad caraqueña y les hace posible a estas personas, formarse en las diversas manifestaciones artísticas, incluyendo danza y música.
A esta tarea de formación en las artes, se suma un círculo de lectura que funciona en la biblioteca de la “casita”. Allí cada mañana llegan lectores y lectoras a alimentarse también de palabras.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍAS ALEXIS DENIZ • @denizfotografia