28//11/24. Quizás la naturaleza anfiteátrica de este rincón es la que insiste en que la legendaria esquina de Gradillas sea un escenario natural de luminarias urbanas. No importa el día ni la hora: usted pasa por ahí, y siempre verá un artista, poeta, músico: locos todos, y muchos borrachos. Pero más allá de las mañas y vicios, absolutamente todos y todas seres sensibles, solidarios, creadores y militantes de la belleza y la verdad.
Estos tres espíritus de la sabana no sólo fueron personajes extravagantes de la irreverencia caraqueña. Malavé, Valenzuela y Gasolina fueron artífices del arte y la belleza en pro de una vida más humana.
En estos últimos años, Gradillas debió despedirse de algunos de sus residentes más emblemáticos. Sirva este pequeño homenaje a la memoria de tres protagonistas del ritmo de la ciudad.
Ángel Malavé: Los ríos crecen en silencio
"Calle Real
Siéntate cerca de mí
a tu lado
echo mis andadas al olvido
a tu lado
me reconstruyo”.
Como un río silencioso, el poeta oriental Ángel Malavé alimentó su caudal de militancia, ternura y amistad. Este guerrero de la calma acumuló kilometrajes, años y anécdotas diversas en pro de la construcción cultural y poética venezolana. Oriundo de Irapa, estado Sucre, Ángel Malavé fue docente, poeta, editor y promotor cultural. Creó la editorial La Hoja de la Calle hace más de treinta años, en la que le dio especial protagonismo a la poesía y a las nuevas voces. Entre sus obras se destacan: Caribe Sonoro, Calle Real, La casa y Otros Amores, Poemas en Cuarentena y Los Ríos Crecen en Silencio, con el que obtuvo en 2017 el Premio Municipal de Literatura.
En una entrevista para Ciudad CCS , Malavé habló de la poesía:
—¿La poesía sirve para qué?
—Para nada y para todo. Toda la vida sin poesía sería una vida oscura, triste. Uno se pregunta ¿qué es la poesía? y cada quien la define de manera distinta. Para mí significa que es un hecho individual, que se convierte en colectivo en la medida de su disfrute. Cuando digo para nada y para todo se debe a que ciertamente con la poesía no se puede ir al mercado pero leerla o escribirla te convoca a la creatividad, al crecimiento espiritual, a la reflexión, elementos importantes para resolver lo del mercado. Isidoro Ducasse dice: “La poesía tiene que tener por fin la verdad práctica, la poesía enuncia las relaciones que existen entre los primeros principios y las verdades secundarias de la vida”. En ese sentido la poesía si sirve como cualquier otra manifestación u oficio que asuma el ser.
Efraín Valenzuela: Poemas de asfalto
Mi Barrio
Por donde se le mire
es una sola cabilla
Por eso
le escribo
Estas letras de asfalto.
El Poeta de la Calle, Efraín Valenzuela fue más que un simple poeta peleón. Este abogado, docente, guionista, promotor cultural y poeta fue el responsable de poner sobre el tapete la ley de artesanía de la que miles de artesanos hoy en día se benefician en Venezuela. Trabajó también durante varios años en el Canal de la Asamblea (ANTV) y en Colombeia TV, se desempeñó en ambos medios como productor y asesor de producciones en diferentes programas políticos y educativos. Valenzuela fue escritor de los poemarios Letras de asfalto, Ecos breves, Alegranzas, y siempre con la joda: Antología del desorden y B-ebriedad, conferencista y productor cultural, protector artesanal y hasta teórico era, porque siempre anduvo con el tema de la legislación cultural sobre la cual fundó una cátedra permanente.
Valenzuela fue irreverente y gruñón para muchos, pero en silencio y sin hacer mucha bulla desarrolló una férrea militancia para ayudar a los cultores más vulnerables sobre la base del imperio de la ley.
Gasolina: El genio del blues criollo
Se llamaba Gelio Arturo Acosta, y era famoso por los predios de la plaza Bolívar y sus alrededores. Parecía Einstein, por su tumusa y barba blanca. Siempre iba con el cuatro al hombro, y fue protagonista de la calle con más de cuatro décadas cantando en el mundo cultural de los eventos urbanos. En varias ocasiones expresó que nadie le había enseñado a tocar el cuatro, que aprendió de manera autodidacta, y así creó su propio estilo.
Todos lo conocían como "Gasolina", el genio del blues criollo. Él era una presencia regular y obligada en cuanto guateque, recital, ventetú, debate acalorado o confidencia que se desarrollara en Gradillas.
En 2015, como parte de los ciclos SonARA realizados por el Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM), “Gasolina” realizó un concierto en el teatro Bolívar de Caracas, que fue transmitido por Ávila Tv y en el que contó con el apoyo de Manuel Moreno, del grupo Herencia, y otros destacados músicos. El blues profano de Gasolina sonó en diversas Ferias del Libro, y en sus últimos años vendía su CD a precio solidario.
Gradillas es una fiesta
Estos tres espíritus de la sabana no sólo fueron personajes extravagantes de la irreverencia caraqueña. Malavé, Valenzuela y Gasolina fueron artífices del arte y la belleza en pro de una vida más humana. Así como nuestros ángeles de asfalto, Gradillas continúa albergando arte y poesía, para soñar la vida posible en medio de asedios y absurdos.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta