28/08/25. El pasado lunes nos dirigimos a la Casa Aquiles Nazoa, ubicada a un costado de la plaza Capuchinos, en uno de los corazones culturales más emblemáticos de esta ciudad cultural que es Caracas, para conocer una maravillosa propuesta que ha impulsado el Centro Nacional del Libro (CENAL) en estas vacaciones.
...una iniciativa que se está retomando para llevarles especialmente a los jóvenes, herramientas de formación y creación literaria y despertar la conciencia y el amor a las letras... en Caracas se sumaron varios espacios comunitarios, se está llevando a zonas como Antímano, Mamera, San Agustín…
Al llegar nos recibieron con entusiasmo un par de señoras que allí laboraban, y nos condujeron al primer salón a la izquierda, allí estaba William Torrealba impartiendo su taller Escribir en el aire.
Ahí pudimos sentir cómo, a través de la entrega de unos versos tomados aleatoriamente por cada uno de los presentes, mujeres y hombres de varias edades, se fueron armando poemas al mejor ejemplo de los surrealistas.
Seguidamente, los versos fueron pegados en unos cuadernitos hechos por el mismo William, quien, una vez que comprobó que ya todos habían hecho la tarea, escuchó atentamente los poemas realizados, y explicó el valor de ese tipo de creación, así como las partes de un libro, tomando como ejemplo lo que las y los presentes tenían en sus manos.
Una vez concluida la actividad, los asistentes se colocaron junto al busto de Aquiles Nazoa quien desde el patio central sonreía complacido, quedando así registrada la foto grupal para la posteridad.
En ese patio conocimos a una de las participantes, Yajaira Longa, educadora popular, vecina de El Guarataro, cuna del poeta mencionado:

¿Qué te pareció la actividad?
Excelente.
¿Qué aprendiste?
Que la poesía nos inspira a salir adelante, nos quita las tristezas, nos da fortaleza…
¿Qué hiciste tú?
Un poema a partir de tres frases, y lo plasmamos en un librito que elaboramos, que ahora me llevo para seguir llenándolo.
¿Piensas reproducir estas enseñanzas?
Sí, en mi comunidad de aquí, del Guarataro, con los niños, esto sirve para que ellos tengan más lectura y menos teléfono.
De igual manera conversamos con Andrés González, Coordinador de Formación del CENAL…
¿Cómo nace esta propuesta de estos talleres en vacaciones?
Es una iniciativa que se está retomando para llevarles especialmente a los jóvenes, herramientas de formación y creación literaria y despertar la conciencia y el amor a las letras.
¿Esto se está llevando a cabo en todo el país?
A nivel nacional gracias al impulso del ministro Ernesto Villegas que decidió llevar a cada sede de las Librerías del Sur de todos los estados… en Caracas se sumaron varios espacios comunitarios, se está llevando a zonas como Antímano, Mamera, San Agustín…

¿Tienen una estadística de cuántos chamos van a ser atendidos, o de cuántos se proyectan?
Hablar de números es temprano, porque esto se extiende hasta septiembre.
Hasta que empiecen las clases…
Es correcto, pero ya pasamos la centena de muchachos a nivel nacional.
Ha habido una buena receptividad…
Si.
¿Cuándo arrancó el programa?
En el mes de agosto, la semana pasada, la semana del 15.
Del 15 de agosto al 15 de septiembre… ¿A dónde pueden dirigirse los interesados para poder participar en uno de estos talleres?
Mira, tenemos nuestra página web, tienen todo para inscribirse, www.cenal.gob.ve el plan tiene el nombre de Había una vez unas vacaciones y está en pleno desarrollo, están incluidos los géneros de poesía, narrativa…

Posteriormente, nos fuimos conversando con William, quien nos compartió el trasfondo de su taller…
Yo tengo un proyecto que se llama Alas de Colibrí, que es una escuela para niñas y niños escritores, un proyecto que tiene, imagínate, desde el año 82, vinculado con mi trabajo como educador de aula.
Yo soy egresado del año 81, combino el teatro con la literatura… he trabajado con todos los niveles de la educación, y en lo que es la escuela primaria, en la enseñanza del lenguaje que es mi tesis de pregrado en la Universidad Simón Rodríguez, el aprendizaje de la lengua a través de la creatividad.
Ahora, sobre el taller, ¿por qué ese nombre?
El taller lo nombro Escribir en el aire, por un trabajo de Cornejo Polar que se llama Escribir en el aire, que está basado en la experiencia de Atahualpa y el cura Valverde, el encuentro de ellos, entre la oralidad, en Cajamarca, en las alturas del Perú, tratando de convencer a Atahualpa del poder del libro, de la Biblia.
Es todo un relato bien interesante, porque el indígena no se toma ese cuento, y reta a la Biblia ante el poder de sus dioses, entre ellos el sol, le dice: ¿Tú puedes ver el mío?, yo al tuyo lo agarro y lo puedo lanzar al piso y no me va a pasar nada y lanza la Biblia al suelo.
Y a la vez Cornejo Polar toma ese nombre de unos poetas que escribían textos en las paredes con seudónimo, sin responsabilidad de autor, y a la vez también eso de la oralidad que es la parte fuerte. En cualquier experiencia que tengas incluso con los niños, con los adultos, siempre me gusta recalcar ese poder de la oralidad que tenemos.

Escribir en el aire hace alusión al poder de la palabra oral…
Sí, a la palabra que vuela… y bueno, da pie a que tú hables de los orígenes de la poesía…
Hemos visto que tú haces mucho hincapié en la producción del texto físico, a que se acerquen a la producción de un pequeño libro… ¿De dónde viene eso?
Fíjate, yo empecé a trabajar con una experiencia del texto libre que es de Paulo Freire, que te habla de la experiencia del texto libre donde la escritura tiene que ser totalmente libre, aparte de todo lo que es la gramática, ese esfuerzo nulo, con lo que se enseña Castellano y Literatura en las instituciones donde el énfasis no es hacia la creatividad sino hacia la gramática… Y entonces ahí, en la propuesta de Freire, el chamo escribe y en esa artesanía de la palabra, cuando tú vas reconstruyendo, el chamo va entendiendo lo importante de poner una coma, un punto, pero es después de armar el texto a partir de lo creativo.
Entonces, ¿qué pasa?, que una de las cosas que te plantea Freire es que el texto que escribe el chamo tiene que ser publicado. Yo también trabajo con el recurso del periódico mural que es una manera de visualizar el trabajo escrito, en este caso es primero, manejar lo que es el libro, porque con estos libritos que yo hago les enseño al chamo la diferencia entre lo que es una página de una hoja, lo que es la portada, la contraportada, la diagramación, las ilustraciones, por eso yo les hablaba de que primero tú le vas enseñando todo eso, y posteriormente vas hacia las figuras literarias, los estilos. La idea era que los estaban hoy le transmitieron eso a los niños con los que ellos trabajan.
¿De dónde vinieron estos participantes?
En su mayoría son de la zona de la parroquia San Juan…
¿Cuál es el equilibrio de este encuentro?
Dimos este taller y la idea es que se retomen, por lo menos tres sesiones más con ellos mismos para cerrar. Ellos deben acordar la fecha para cerrar con una exposición, un recital, ahí en la misma Casa Aquiles Nazoa que es una casa bellísima.

No podemos culminar sin comentar otras experiencias igualmente valiosas impartidas por Roger Herrera, reconocido poeta, artista plástico y dramaturgo con décadas de experiencia en el área, con más de una docena de libros publicados.
Por favor, Roger, cuéntanos un poco de los talleres que estás dictando actualmente en vacaciones.
En San Agustín, trabajé con una institución que se llama “Centro de la edad de oro”, bien bonita, trabajan con niños de la calle, después que hablan con sus padres, estos le dan permiso para estar allí unos ocho meses, para recuperarse de los problemas de drogas y bueno, los alimentan, los visten, se asean… Hasta que ellos vuelven en sí porque vienen de todo lo que implica vivir en la calle, dormir en la calle, son víctimas de la violencia... Me tocó con los varones, pero la coordinadora me dijo que me iba a pedir y ya lo planteó para que lo hiciera con las niñas de 14 a 20 años.
Es una comunidad terapéutica que tiene unos años trabajando, fundada por el proceso revolucionario, en la parte alta de San Agustín, en las terrazas del Alba, eso queda cerca del colegio Fe y Alegría, con un taller con niños entre 14 y 20 años, jóvenes que tienen problemas de consumo de estupefacientes, reciben educación, una seria de talleres, los reeducan en cuestión de valores, comen bien, duermen bien, se les trata de atender lo mejor posible para que vuelvan otra vez a la comunidad y puedan funcionar como ciudadanos.
Coméntanos un poco de tu experiencia en el área…
Yo antes había trabajado en la cárceles para el CONAC, sobre todo en literatura y artes plásticas o visuales, durante muchísimos años, con niños con dificultades de comprensión, en muchísimos barrios dando talleres de pintura y literatura, y teatro también hice mucho, de poesía y cine…en Yare I, II, en la cárcel modelo, en el correccional de El Junquito…

¿De qué se trata este taller que ha titulado: Palabra, memoria e identidad que diste en la Casa Comunal 12 de Octubre, en Mamera, parroquia Antímano?
El taller Palabra, memoria e identidad está inscrito en el Plan Vacacional de Formación Literaria, auspiciado por el CENAL bajo las recientes líneas de acción emitidas por el presidente Nicolás Maduro Moros. El taller está dividido en bloques temáticos para jóvenes de 15 a 25 años. El objetivo general es sensibilizar a los participantes en cuanto a los géneros literarios, en este caso, narrativa y poesía, acercándolos tanto a los valores literarios como a los valores pertinentes con nuestro acervo e identidad. Valores que incluyen el recurso de nuestra memoria para despertar el amor patria y los valores republicanos. Los objetivos específicos son generar, incentivar y posibilitar en el participante su vínculo sensible con la escritura y puedan lograr a través de ejercicios in situ y el uso de ciertos mecanismos, la escritura de un texto…
Es un seminario con varias sesiones de lunes a viernes, cada sesión de dos horas y media, para escribir un texto nacido de los jóvenes, puede ser un cuento, un fragmento de un relato, poesía o incluso el teatro.
Son varias sesiones, una tiene que ver con la corriente surrealista, y una serie de ejercicios, como el poema hecho por todos, también se trabaja con el cadáver exquisito, frases tomadas al azar, luego de ahí se puede hacer un pequeño mural, o un poema visual, se combinan las artes plásticas con la literatura…
Además se vincula con los valores de la patria, la dimensión de lo nuestro, comienza con el poema de Andrés Bello, Canto a la Zona Tórrida, pero el discurso va más allá, porque se toma el paisaje nacional, a Bolívar, la siembra de valores, el compañerismo, la solidaridad, la amistad, el amor a la patria… así como las imágenes retóricas, en qué consisten… trabajamos a Darío, Aquiles Nazoa, Andrés Eloy Blanco, Manuel Felipe Rugeles, Pancho Massiani, Gallegos…
Excelente, muchas gracias, ¡Qué viva la literatura en vacaciones!

POR BENJAMÍN MARTÍNEZ • @pasajero_2
FOTOGRAFÍAS NATHAN RAMÍREZ • @nathanfoto_art / CORTESÍA CENAL