13/07/23. De las populares tecnologías de las pantallas de streaming surge, “Las cosas por limpiar”, en inglés MAID, una serie limitada que en sólo diez episodios, brinda a sus espectadores desde un enfoque profundo y sensible la historia de Alex y su hija Maddy. Alex es una joven atravesada por diferentes formas de violencia en manos de su compañero y padre de su hija.
Protagonizada por Margaret Qualley la serie se basa en Maid: Hard Work, Low Pay, and a Mother's Will to Survive, un libro autobiográfico de Stephanie Land. Y lo interesante de esta recomendación es la sutil manera en la que el instinto de supervivencia de la joven evidencia el difícil transitar de las madres.
En el primer capítulo Alex se ve obligada a escapar de casa con su hija de menos de dos años y sin tener redes de apoyo que permitan su alojamiento y manutención; inicia entonces la trama de una madre con bebé que se refugia en una casa de abrigo para indigentes. A partir de allí se desarrollan muchas otras narrativas de personajes secundarios que evidencian diferentes formas de violencia sistemáticas, aprendidas de padres hacia hijos y que se perpetúan en el tiempo.
Alex comienza a limpiar casas para subsistir y es allí donde se desprenden las dificultades: conseguir quien cuide a la niña, para sus pasajes, la manutención y la exposición a maltratos por parte de sus empleadores. El sesgo de clase que sigue persistente en la sociedad americana y no muy lejos de nuestra realidad, hacia las trabajadoras de limpieza. Con momentos de humor a pesar de tratarse en la mayor parte de una serie dramática, Alex sale airosa ante las dificultades y logra con perseverancia y algunos aliados que consigue en el camino, no solo dar una vida mejor a su hija sino también paulatinamente trabajar y desarrollarse académicamente.
Esta serie imperdible se consigue aún por plataformas de streaming como Netflix y tras ella se esconden algunas curiosidades, su equipo de producción está conformado en su mayoría por mujeres. En el elenco Alex y su madre son también, madre e hija en la vida real. Pero creo que lo que más salta a la vista es lo identificadas que pueden sentirse muchas personas al verla ya que es el reflejo de las desigualdades a las que están expuestas las madres solteras y las que deciden emprender la maternidad en soltería por salir de ciclos de violencia profundos.
Series como estas -que son relatadas desde la mirada femenina- llegan de poderosas maneras a ayudarnos a comprender nuestros propios procesos individuales y la desigualdad a la que aún siguen expuestas muchas mujeres del mundo.
POR MARÍA ALEJANDRA MARTÍN • @maylaroja